Sentido común para lograr que un negocio funcione mejor



En mi barrio, un bar de toda la vida ha cambiado de gestión. También del tipo de dueños. Lo llevaba una familia del barrio desde hacía décadas y ahora lo lleva una pareja de personas de nacionalidad oriental. 

Antes sus clientes eran los hombres del propio barrio y ahora se intenta aumentar el servicio hacia todo tipo de clientela. ¿Y qué medidas han tomado? Pues algo muy normal.

¿Qué han realizado los nuevos gestores del bar?

1/
Han limpiado los cristales hasta dejarlos nuevos. Han quitado todo tipo de cartelería de papel pegada en los cristales. Curiosamente el interior brilla. Pintar el techo de blanco y poner cuadros grandes de color claro en las paredes es un efecto básico para abrir el local a la luz.

2/ Han cambiado la iluminación del local ampliando la cantidad para que desde la calle se vea muy bien su interior. No se ha realizado una reforma integral, solo una limpieza profunda y unos pequeños cambios.

3/ Han abierto una puerta de acceso nueva pues el local en esquina solo tenía acceso desde un lateral, lo que permite ahora que los clientes de ambas calles puedan entrar con más facilidad.

4/ Han puesto dos únicos carteles en blanco con los precios del vaso de vino, de la caña y de la cerveza 1/3. Precios redondos. Para el vino 0,5 y para los dos tipos de cerveza 1 euro (precios de 2013).

No tengo ni idea si estos cambios funcionarán; no hablo de cacahuetes, sonrisa a la hora de atender o amplios horarios; lo han abierto hoy, pero la imagen del bar ha cambiado totalmente. 

¿Tan complicado es aplicar medidas de sentido común para modificar la gestión de las empresas?

Nota.: Revisando este texto en el año 2025, el bar sigue abierto, por los mismos dueños, con distintos precios como es lógico pues han subido bastante los servicios de hostelería en esta década, y hace como cuatro años hicieron una reforma pequeña para modernizar el interior, sin perder el mismo sentido y distribución. En negativo diríamos que la mayoría de sus clientes son similares a los que había desde siempre, personas ya mayores, jubilados, sin que haya cuajado mucho el rejuvenecer la clientela. Pero siempre hay gente dentro o en las pocas mesas de terraza que pusieron tras la pandemia.

Tipologías de salud en pacientes mayores o tercera edad


La tipología que pueden diferenciar a los pacientes mayores son, en términos generales y desde un punto de vista clínico, cuatro: anciano sano, anciano enfermo, anciano frágil y paciente geriátrico.

La población mayor de 65 años no es en absoluto homogénea. Por ello, personas con edades similares, presentan características de salud totalmente diferentes. 

Consecuentemente, en la práctica clínica, sobre todo en Atención Primaria, hay que diferenciar los distintos perfiles de personas mayores. Las siguientes son las definiciones que de manera aproximada tienen consenso en el ámbito médico:

Anciano Sano: es una persona de edad avanzada sin enfermedades crónicas.  Es independiente para realizar sus actividades básicas e instrumentales en su vida cotidiana y carece de problemas mentales o sociales graves y relacionados con su salud.

Anciano Enfermo: Se llama así al anciano sano que presenta una enfermedad aguda. Es decir, su perfil es similar al de cualquier adulto que presenta una enfermedad y que acude a una consulta o tiene un ingreso a un hospital por un proceso único. 

No tiene demencias ni conflictos sociales que generen riesgo a su salud. Sus problemas de salud pueden ser atendido con la especialidad médica pertinente. 

Anciano Frágil: Conserva su independencia de manera precaria, tiene alto riesgo de entrar a una situación de dependencia. Generalmente es una persona que, aún teniendo una o dos enfermedades de base y crónicas, puede valerse por sí misma gracias a que conserva un correcto equilibrio con su entorno social, familia y sí mismo. 

Es independiente en el desarrollo de sus tareas básicas pero para el desarrollo de tareas instrumentales más complejas puede necesitar ayuda. La principal característica en este tipo de personas es el riesgo a volverse dependiente o tener una situación continuada de discapacidad. Tiene alto riesgo de generar síndromes geriátricos.

Paciente Geriátrico: Persona de edad avanzada con una o más enfermedades crónicas y ya evolucionadas que intervienen directamente en un estado de discapacidad. Son dependientes para realizar las actividades cotidianas básicas y presentan una alta incidencia de enfermedad neurodegenerativa. 

En este tipo de paciente hay progresión a la dependencia y presenta más esfuerzos en la atención sanitaria.

La práctica geriátrica abarca la atención de los mayores en un sentido amplio pero los dos últimos perfiles son los que constituyen su población de atención principal, porque los más débiles y pacientes geriátricos son los que más necesidad tienen de la atención especializada en geriatría.