Estoy solo; completamente rodeado de enemigos.

Sin reloj, simplemente mirando al cuerpo por dentro. Si tengo sueño me voy a la cama, si hambre me pongo a calentar unas pechugas de pollo, si cansancio me siento y miro el horizonte por donde aparecen cuatro buitres volando muy alto.
Hoy no se que está sucediendo en el mundo. Exactamente igual que a la inmensa mayoría de los que vivimos sobre esta tierra, que casi nunca se enteran porque no les importa qué es lo que les sucede a los otros.
Hoy no tengo Internet, no tengo televisión y creo que podré soportarlo bien; no tengo periódicos y es posible que no me sucede nada por no saber qué está sucediendo hay afuera. No tengo gente con quien hablar, estoy solo, No, estoy con muchos colegas que revolotean por encima de mi, pájaros sin orden, mosquitos que me observan y me huelen, pequeños escarabajos marrones que se reparten el camino con las hormigas.
No estoy solo, simplemente es que no me puedo comunicar con ellos. Soy tan tonto como todos ellos juntos y menos listo que uno solo de ellos, que saben manejarse mejor que yo por estos hierbajos. Ni me miran y eso que les estorbo.