Hoy me he dado cuenta que por cada gol que mete un señor corriendo, muchas personas gritan y se alegran, le aplauden y le vitorean, pero por cada invento que otros ciudadanos hacen para que todos los demás disfrutemos, nadie es capaz de aplaudirles, porque no sabemos sus nombres y porque qué puñetas, no nos importa un carajo reconocer su labor.
El fútbol es una droga barata y cómoda pues se puede tomar sentado en el sofá y sin producir miedos en la familia.
Todos somos capaces de reconocer su valor y de aupar a sus protagonistas a la fama y al dinero, mientras que los sabios de verdad son olvidados por todos.
Sin duda es una droga tonta pero eficaz, capaz de conseguir que todos nos pongamos de acuerdo en lo mismo, aunque no nos importe un pito.
¡Qué listo fue el que inventó el fútbol!
El fútbol es una droga barata y cómoda pues se puede tomar sentado en el sofá y sin producir miedos en la familia.
Todos somos capaces de reconocer su valor y de aupar a sus protagonistas a la fama y al dinero, mientras que los sabios de verdad son olvidados por todos.
Sin duda es una droga tonta pero eficaz, capaz de conseguir que todos nos pongamos de acuerdo en lo mismo, aunque no nos importe un pito.
¡Qué listo fue el que inventó el fútbol!