Hoy estaba el primero en la consulta del psiquiatra, y el representante del Orfidal ha intentado colarse. Son personas que viven de los enfermos, pero que los miran como por encima pues ellos siempre están de pie y nosotros siempre también, permanecemos sentados.
El guapo joven del Orfidal iba con una cartera de piel clara, repleta de folletos y cajitas planas hasta parecer embarazada (la cartera), mientras se sacaba una mano del bolsillo del pantalón y se acariciaba el pelo en un además de atusarse la figura en pos de no perder la imagen de "Representante del Orfidal".
Su traje era gris medio semi brillante imitando a seda, con una rayita fina rosa y otra amarilla, para dar alegría al gris. Su camisa magenta clara entonaba muy bien a una corbata blanco roto, que es un blanco algo sucio. Miraba, remiraba, adivinaba seguro, si los presentes éramos clientes o no del Orfidal, se contaba con los dedos del bolsillo su calderilla o sus llaves en un intento de calmar los nervios, tras el frenazo a su sonrisa que le atizó el psiquiatra en cuanto hizo además de meter sus zapatos negro charol en la consulta.
Me ha sorprendido lo mal planchada que llevaba el traje, tanto chaqueta por la espalda como pantalón en los interiores de las piernas. Igual es que se los ha puesto sin haberse calmado antes con unas pastillitas de Orfidal.