Los constantes cambios de concursantes en esta edición de Gran Hermano 10, es un riesgo que espero estén midiendo bien los guionistas, porque si bien parece un juego perfecto de ajedrez en donde se pueden mover las fichas al antojo de la posible audiencia, el resultado puede ser tan mareante que fracase.
Los espectadores tienen en Gran Hermano a un concurso en donde los participantes son en realidad el alma del exito o fracaso. Esto lo saben bien todos. Y por eso cocinan las imágenes que nos ofrecen, para potenciar unas historias u otras.
Pero con el cambio tremendo de concursantes que salen y entran de historias, dejando algunas colgadas e iniciando otras nuevas con otros personajes, se puede conseguir de la audiencia lo contrario a los pretendido, que esta se canse y abandone el programa.
A la gente le gusta tener un referente personal en el programa, tener a unos concursantes como bueno y a otros como malos, y si estas historias ficticias, guionadas, se desmontan, se pierde la esencia de la fidelidad.
Estaremos atentos.
Los espectadores tienen en Gran Hermano a un concurso en donde los participantes son en realidad el alma del exito o fracaso. Esto lo saben bien todos. Y por eso cocinan las imágenes que nos ofrecen, para potenciar unas historias u otras.
Pero con el cambio tremendo de concursantes que salen y entran de historias, dejando algunas colgadas e iniciando otras nuevas con otros personajes, se puede conseguir de la audiencia lo contrario a los pretendido, que esta se canse y abandone el programa.
A la gente le gusta tener un referente personal en el programa, tener a unos concursantes como bueno y a otros como malos, y si estas historias ficticias, guionadas, se desmontan, se pierde la esencia de la fidelidad.
Estaremos atentos.