La depresión y el sexo se llevan mal

La depresión y el sexo se llevan mal. Precisamente cuando más se necesita cariño y amor, relación con personas que te quieran, más suele fallar el sexo si la depresión te acecha. Sea leve o fuerte, daría igual en este problema.

Los médicos son muy proclives a recetar fluoxetina u otros antidepresivos, pero no cuidan la salud sexual de sus clientes. Y saben perfectamente que en muchísimos casos la fluoxetina inhibe el deseo sexual.

Se debe exigir una calidad de vida lo más correcta posible, y entre ello, que se tenga una vida sexual completa, activa, para entre otras cosas, superar con mejor diagnóstico la depresión.

El sexo ayuda a sentirse bien, a sentirse querid@, sentir el contacto físico con otra persona es fundamental para superar en muchos casos una depresión leve o media. 


Por eso no debemos perder esa parte de calidad de vida que representa el sexo. Debemos exigir soluciones a lo que se pierde con la medicación.

Y aunque las ganas no sean como las de antes, debemos intentar tener relaciones sexuales plenas o modificadas, pero el contacto corporal no debe abandonarse. 


Si no se llega al orgasmo al menos se tendrá la recompensa del amor. No debemos poner como meta única obtener el orgasmo, pues entonces se puede caer en más depresión, la meta debe ser el intercambio, la relación íntima, el sentirse bien dentro de las dificultades.

¡Mucho ánimo para todo tipo de personas con depresión!, y recordar que en caso de no tener pareja, sea el sexo que sea, la masturbación es una forma de obtener recompensa pues el cuerpo pone en marcha mecanismo necesarios cada vez que se excita.

Tod@s necesitamos tener estimulaciones sexuales periódicamente.