Dormir, estar en la cama en compañía es síntoma siempre de sometimiento. No es posible estar en la cama, dormir, con alguien en quien no se confía, en quien no se es capaz de abandonarse y despreocuparse.
Cuando nos dormimos perdemos la posibilidad de defendernos, po eso es imprescindible que estemos en excelente compañía.
Si el/la compañer@ de cama no es de fiar, lo mejor es cambiar de cama, cambiar de pareja, dejar de estar en alerta máxima cuando se sueña con el pasado o el futuro.
Sólo si se descansa en seguridad y libertad, se puede inicar cada día con fuerza y sonrisas. Dormir es algo más que recargar pilas, es también abandonarse a la seguridad.