
Que un 10% de mujeres embarazadas hayan tomado drogas en las 3 últimas semanas de gestación, es un dato preocupante.
La libertad de las personas es respetable, incluso a la hora de que decidan hacer con su vida lo que consideren oportuno, pero no hasta el grado absurdo de creer que lo que hacen no les afecta en la salud suya o en la de los que están en su proyecto de vida.
Las drogas hacen perder el sentido de la responsabilidad y con él, el de la libertad.