¿Qué podemos hacer cuando el barro de la vida nos cubre el pensamiento de manera negativa?
Lo primero tranquilizarnos. Pensar que somos una persona libre, sí. libre, y que podemos salir si no perdemos la calma.
Podemos comportarnos como queramos, pensar lo que nos de la gana, seguimos dominando nuestro cuerpo y pensamiento; sólo que lo hacemos de manera negativa.
Debemos cambiar nuestra manera de enfocar el problema. Efectivamente tenemos un serio problema, pero debemos asumirlo y darle la vuelta.
Para poder seguir siendo libres en las decisiones, lo primero es recobrar la calma y nuestra personalidad más dura, más propia, la que dominamos, la que nos acompaña desde hace años. Debemos huir de esta forma de pensar que en los últimos tiempos se nos está apoderando de nuestra libertad de acción.
Respira profundamente, cierra los ojos y relájate por unos minutos.
Nada es tan importante que no permita unos segundos de abstracción, de intentar relajarnos para poder afrontar todo con más serenidad.
¿Qué haría otra persona en tu lugar en este momento?
Piensa que es muy posible que tu también puedas hacer lo mismo.
Piensa en qué haría una amiga, un conocido, un familiar tuyo ante tus mismos problemas. Analiza porqué ellos hacen otras cosas diferentes a tí y tú, en cambio, no puedes.
Salir del barro requiere de mucho valor, de mucha calma, de templanza. No es fácil, pero si se pierden los nervios, es imposible.
Lo primero tranquilizarnos. Pensar que somos una persona libre, sí. libre, y que podemos salir si no perdemos la calma.
Podemos comportarnos como queramos, pensar lo que nos de la gana, seguimos dominando nuestro cuerpo y pensamiento; sólo que lo hacemos de manera negativa.
Debemos cambiar nuestra manera de enfocar el problema. Efectivamente tenemos un serio problema, pero debemos asumirlo y darle la vuelta.
Para poder seguir siendo libres en las decisiones, lo primero es recobrar la calma y nuestra personalidad más dura, más propia, la que dominamos, la que nos acompaña desde hace años. Debemos huir de esta forma de pensar que en los últimos tiempos se nos está apoderando de nuestra libertad de acción.
Respira profundamente, cierra los ojos y relájate por unos minutos.
Nada es tan importante que no permita unos segundos de abstracción, de intentar relajarnos para poder afrontar todo con más serenidad.
¿Qué haría otra persona en tu lugar en este momento?
Piensa que es muy posible que tu también puedas hacer lo mismo.
Piensa en qué haría una amiga, un conocido, un familiar tuyo ante tus mismos problemas. Analiza porqué ellos hacen otras cosas diferentes a tí y tú, en cambio, no puedes.
Salir del barro requiere de mucho valor, de mucha calma, de templanza. No es fácil, pero si se pierden los nervios, es imposible.