Hoy, sus cortas patitas se detuvieron nada más levantarme de la cama. No podía hacerle andar porque él no tenía fuerza, no quería correr y yo no era quien para manejarlo.
Llevo unos días en que vivir se han convertido en un largo camino lleno de tiempos eternos que no acaban, y que yo no puedo dominar como deseo.
¡Acelera maldito! Le increpé ayer, pero no me hizo el más mínimo caso. Será que se ha cansado de correr y ya no quiere moverse de su sitio.
Sus agujas no me duelen porque no se clavan nunca, y las hojas de sus días, las que vamos escribiendo en nuestra vida, no las puedo arrancar porque están bien sujetas en la pared de la vida. Él me maneja, y yo no lo puede controlar. Sabes que existe pero no puedes tocarlo, sólo lo observas pasar ante ti y a veces, da para tanto un minuto que…
Hoy se ha detenido, ya te lo he dicho, y espero que algún día sin previo aviso por mi parte apriete a correr, para que pueda ver como será el mañana. Eres eterno, y ya no sé como llenar los huecos que me dejas vacíos. ¿Será esto monotonía?
Espero, ¡maldito!, que algún día me lo expliques, para haber si somos capaces de ponernos de acuerdo tú y yo, de acomodar nuestras vidas para no hacerlas eternas, aunque como sabes, lo de la brevedad o la eternidad depende de ti.
Si pudiera hoy dominarte, lo haría, pero sé que si acabara contigo, también me terminaría yo y no quiero acabar tan pronto. Eso si, desearía doblegarte para hacer de mi vida lo que yo quisiera.
Llevo unos días en que vivir se han convertido en un largo camino lleno de tiempos eternos que no acaban, y que yo no puedo dominar como deseo.
¡Acelera maldito! Le increpé ayer, pero no me hizo el más mínimo caso. Será que se ha cansado de correr y ya no quiere moverse de su sitio.
Sus agujas no me duelen porque no se clavan nunca, y las hojas de sus días, las que vamos escribiendo en nuestra vida, no las puedo arrancar porque están bien sujetas en la pared de la vida. Él me maneja, y yo no lo puede controlar. Sabes que existe pero no puedes tocarlo, sólo lo observas pasar ante ti y a veces, da para tanto un minuto que…
Hoy se ha detenido, ya te lo he dicho, y espero que algún día sin previo aviso por mi parte apriete a correr, para que pueda ver como será el mañana. Eres eterno, y ya no sé como llenar los huecos que me dejas vacíos. ¿Será esto monotonía?
Espero, ¡maldito!, que algún día me lo expliques, para haber si somos capaces de ponernos de acuerdo tú y yo, de acomodar nuestras vidas para no hacerlas eternas, aunque como sabes, lo de la brevedad o la eternidad depende de ti.
Si pudiera hoy dominarte, lo haría, pero sé que si acabara contigo, también me terminaría yo y no quiero acabar tan pronto. Eso si, desearía doblegarte para hacer de mi vida lo que yo quisiera.