Cuando se sienta mal, derrotado, algo hundido por una vida que no cree que le funcione, todavía puede retomar rumbos perdidos, puede cambiar sus decisiones y buscar la luz.
Aprender.
Es tan sencillo como aprender.
Nada gratifica tanto y consigue hacer cambiar los puntos de vista dormidos, como embarcarse en la aventura de aprender cosas nuevas. Todos podemos intentarlo y casi todos, conseguirlo.
Es amueblar una nueva vida, pues a la que ya tiene le puede seguir la nueva con los cambios que incorpore.
Aprender supone abrir nuevas ventanas, explorar nuevas relaciones, vivir nuevas experiencias, ver el resto de sus días con otro color. Aprender es sencillo, barato, moldeable según sus gustos y posibilidades.
Los adultos también podemos seguir aprendiendo, no lo olvide.