Vivimos el presente. Sólo el presente.
Podemos añorar el pasado, pero nunca volverá, no nos sirve para nada, tal vez, un poco para recordar y saber hacer, pero poco más.
Podemos prepararnos para el futuro, soñar con él, pero no llegará nunca, cuando se nos acerque será presente y no sabremos donde nos encontrará y ni con qué equipaje. Pero no hay duda, sin hacer futuro cada día no sobreviviríamos, porque necesitamos tener un objetivo de vida, algo a lo que aferrarnos. Pero no como algo vital, porque el futuro no existe.
Debemos vivir el presente, el ahora, el hoy. Es lo único seguro que podemos disponer y disfrutar, que podemos incluso emplear para crear futuro.
¿Qué has hecho hoy que te haya agradado?
Apunta en una lista esas pequeñas cosas maravillosas que en un momento dado te han llenado el día. Cuando están quemad@ y sin ideas, busca la libreta y revisa tus apuntes, busca esos presentes ya pasados, para ver si alguno te puede interesar rememorar.