Entrevista a JOSÉ LUIS CENTELLA nuevo secretario general del PCE, en elpais.es
P. ¿En qué va a cambiar el PCE con usted al mando?
R. No es un proyecto personal sino colectivo. Es un momento de cambio generacional en el partido y de cambio en el mundo. Cambia la forma de hacer política: la militancia debe dedicarse mucho menos a lo interno y volcarse en la lucha social. El PCE debe organizarse para servir de instrumento a mucha gente que combate el capitalismo.
P. ¿Con qué se queda de sus últimos cuatro predecesores?
R. De Francisco Frutos, la coherencia. De Julio Anguita, que en el momento de hundimiento de la URSS reivindicó su carácter comunista; el no achicarse, no pedir perdón por la historia.
P. Porque usted piensa que no hay que pedir perdón por ella.
R. No sólo no hay que pedir perdón sino que creo que la historia del PCE es de las más gloriosas que puede tener un partido en el mundo. Y en cuanto a la historia del comunismo, hay luces y sombras, pero es la búsqueda de una sociedad más justa. Lo que tenemos que hacer es autocrítica, no pedir perdón. Sigo: de Gerardo Iglesias me quedo con su política de convergencia, darse cuenta de que el PCE solo no representaba a toda la izquierda de este país. Esa política dio lugar a IU, y el PCE va a profundizar en esa línea. Y de Santiago Carrillo, que no arrojó la toalla en la lucha contra Franco.
P. ¿Salen de este congreso propuestas nuevas?
R. Los problemas del capitalismo no son nuevos. Lo que va a haber es propuestas concretas. Lo más novedoso es que el concepto de revolución hoy no es el del siglo pasado. Hoy lo fundamental es la democracia participativa, no tomar el poder.
P. ¿Han perdido la batalla ideológica?
R. La derecha ha ganado una batalla (no la guerra): lograr que el sálvese quien pueda prime sobre lo colectivo. La izquierda tiene que hacer entender que la solidaridad es un valor. Esta crisis sólo tiene una salida: la movilización social. El error de la izquierda ha sido no dar esa batalla.
P. ¿Cuáles son sus recetas para acabar con la crisis?
R. Una banca pública; los sectores estratégicos de la economía en manos públicas, empezando por la energía; una fiscalidad claramente progresiva; y mecanismos de control democrático.
P. ¿Zapatero dejó poco hueco por la izquierda con su política de reformas sociales?
R. No, hay mucho espacio a la izquierda. El problema es que IU no ha buscado su espacio, no ha sabido definirlo, no ha tenido voluntad. Ahora empieza a hacerlo.
P. ¿Teme que el proceso de refundación de IU merme la hegemonía del PCE?
R. Afrontamos la refundación con toda lealtad. Queremos ser parte de IU, no la parte hegemónica ni la castigada en un rincón. Queremos confluir con otras fuerzas. Seremos menos hegemónicos pero habrá mucha más gente.
P. ¿Un comunista se siente mal, señalado, en estos días de celebración de la caída del muro de Berlín, o se siente bien?
R. Bueno... Triste porque lo de la URSS fue un fracaso histórico. Pero también nos produce una reafirmación de los valores comunistas, que están muy por encima de la experiencia soviética. El capitalismo no ha resuelto los problemas en estos 20 años. Quienes celebran la caída del comunismo tienen poco que celebrar.
P. ¿La URSS cometió errores o crímenes?
R. La historia de la humanidad está llena de crímenes. Ningún cristiano deja de serlo por los crímenes de la Inquisición; ningún demócrata se considera hoy responsable de los crímenes de la Revolución Francesa. Igualmente, ningún comunista debe sentirse heredero de los crímenes que efectivamente se cometieron en nombre del comunismo.