Las televisiones no podrán emitir más de 19 minutos de publicidad por hora. La Ley General de la Comunicación Audiovisual (LGCM), limita los anuncios convencionales a 12 minutos por hora (tal como exige la directiva comunitaria), un tope del que se excluye el patrocinio, el emplazamiento (publicidad dentro de una serie, por ejemplo) y la telepromoción.
La telepromoción queda reducida a dos minutos por hora frente a los 12 que inicialmente contemplaba el texto. Además, las televisiones podrán seguir emitiendo cinco minutos de autopromoción a la hora.