La dureza crisis obligó a 938 familias a recurrir al concurso de acreedores, la antigua suspensión de pagos. Esta cifra supone un 132,2% más que en 2009, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). El incesante aumento del paro ha disparado las quiebras familiares, de tal forma que el año pasado representaron más del 15% del total de concursos de acreedores que se registraron en los juzgados.
En total, los concursos de acreedores ascendieron a 5.922 en 2009, un 79,6% más el año anterior. La mayor parte de empresas acudieron al concurso de forma voluntaria, un 94,8%, pero también las hubo que lo fueron obligadas por sus acreedores, 308.
La estadística del INE demuestra que las dificultades económicas están afectando más a los más pequeños. De hecho, la mayoría de los concursos lo son por un importe menor a los dos millones de euros, poco más de un 50%.
Por comunidades autónomas, Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana, por este orden, son las que más suspensiones de pagos acumulan con un 1.413, 878 y 808, respectivamente.