En EEUU tienen una palabra clave para nombrar a las familias que deben de hipoteca por su vivienda más del valor de esta tras la crisis.
Underwater. Bajo el agua, en su traducción literal al castellano.
A diferencia de lo que ocurre en España, con los créditos hipotecarios, en EEUU están vinculados exclusivamente al bien hipotecado, casi siempre una vivienda. Si no se puede pagar la cuota, queda la opción de entregar las llaves del piso al banco y todo el préstamo se cancela automáticamente, solución a la que están abocados cada vez más americanos. Pero esta realidad que es mejor para las familias que la española, es un lastre para los bancos, que se hacen cargo de activos inmobiliarios con un valor residual más alto que la deuda que no cobran.
Sin duda para los bancos grandes es poca cosa, pero para los pequeños un problema. Sin duda en España para las familias esta misma situación es un drama. Te quedas sin vivienda y además sigues debiendo una cantidad importante para el resto de tu vida. Y al final suelen perseguirte hasta cobrar.
Este efecto de la crisis, brutal para familias que se hipotecaron hace pocos años, hace que en España no estén bajando los precios de la vivienda lo deseado. Por una parte los bancos que tienen un gran paquete de viviendas en sus contabilidades, verían bajar sus números contables y por otra muchas familias deberían más dinero a los bancos de lo que vale en mercado sus activos inmobiliarios, sus viviendas. Lo segundo tendría que sea asumido por las familias pues sus deudas les sigue de por vida, pero lo primero sería desastroso para muchos bancos y cajas de ahorro de tamaño pequeño, que en periodos expansivos anteriores dieron hipotecas sin control.