No volveremos a tener nunca más este minuto que perdemos, luego…, hagamos lo que hagamos, debemos intentar paladearlo, sacarle el máximo de jugo, "deszumarlo" para sacarle la substancia.
No es sencillo ser feliz, sentirse feliz es pues una sensación, pero la verdad es que nosotros mismos nos lo proponemos pocas veces al arañarnos tanto el interior, al quejarnos constantemente de todo.
No hay que desear tanto lo complicado o a veces incluso lo imposible. Hay que hacer feliz lo que sí tenemos, lo que estamos seguros de que es posible.
Y recordar siempre que entre la felicidad plena y la infelicidad queda margen para muchos estados intermedios de los que podemos disfrutar si queremos hacerlo.