En dos cadenas de televisión españolas han empezado programas de cantantes infantiles, intentando llegar a ser famosos y ganar mucho dinero. ¡Snif!
El culto al esfuerzo serio, formado, importante para la sociedad está cayendo a niveles imposibles de superar (¿seguro?)
Que los propios padres aleccionen a sus hijos a pelear con la voz por hacerse famoso es de estudio cuidadoso. Si todos estos niños y niñas dedicaran las horas que entregan a cantar, aprender, entrenarse, practicar, observar y copiar; repito; si dedicaran el mismo tiempo y fuerzas en aprender un oficio, una formación general, idiomas, o cultura general, saldrían unos sabios.
A los chicos no les gusta aprender formación reglada porque se creen que con ella no van a llegar a ser nada. E incluso puede que tengan razón ¡Snif otra vez!
Y confunden “ser algo” con salir unos minutos en la televisión, como si esto fuera el paradigma de la maravillosa vida que les espera. El número de fracasados en el mundo de la canción es superior al de fracasados en el mundo del derecho, la economía o el Arte abstracto. ¿O no es así?
Todos quieren ser futbolistas, cantantes de éxito, comentaristas de televisión que no periodistas, e incluso y si se tercia, amantes de otros famosos que les trasfieran popularidad como si fuera la gripe.
Así la sociedad va al caos. Aunque en mi pueblo al caos siempre le han llamado “a la mierda”
Y si nada te cuadra, escribe un libro sobre "cómo ser famoso y no morir en el intento" que no te servirá para ganar dinero, pero al menos te entretendrás un rato.