La escasa respuesta de los parados a la nueva ayuda de 420 euros -sólo la han solicitado en torno a 26.000-, hace que se empiece a sospechar que no todos de los cuatro millones de demandantes inscritos en las oficinas públicas de empleo se encuentran realmente parados, sino que trabajan en la economía más o menos sumergida.
La Dirección General de Trabajo estudia la posibilidad de poner a los inspectores a trabajar para detectar el fraude. Según datos del Ministerio de Economía, la denominada "economía irregular", o sumergida, la crecido en torno a un 30% en España desde que comenzó la crisis.
Más reveladora puede ser la cifra facilitada por la inspección de Trabajo de la Comunidad Madrileña. En el último año, las actuaciones de sus funcionarios en búsqueda de empleos irregulares se ha incrementado cerca de un 40%.
Hemos de tener en cuenta que la economía sumergida en España sigue creciendo y ya alcanza el 23,3% del Producto Interior Bruto (250.000 millones de euros), según las últimas estimaciones de los técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda. Casi 1 de cada 4 euros que hay en circulación escapa del control del Estado, lo que supone la cifra más elevada desde que comenzaron las estadísticas, en 1980.
En resumen, a los 4.440.000 calculados por Euroestat (19,4 % de nuestra población activa) hay que restar a quienes están en la economía sumergida, sobreviviendo sin problemas a la crisis pero figurando oficialmente como parados en el INEM o en las encuestas de población activa ¿Cuántos son en realidad? Los necesarios para generar hasta el 20 % del Producto Interior Bruto (PIB), según el ministro de Trabajo.
Dice el secretario de Estado de Economía que es imposible cuantificar
en una economía en transformación- el número de trabajadores con que cuenta la economía sumergida; pero ningún observador de la realidad española negaría el efecto de la economía sumergida como suavizante del escenario social de nuestro país.
en una economía en transformación- el número de trabajadores con que cuenta la economía sumergida; pero ningún observador de la realidad española negaría el efecto de la economía sumergida como suavizante del escenario social de nuestro país.
No obstante podemos hacer una sencilla correlación. Si 17.500.000 afiliados a la seguridad social generan el 80% del PIB, el 20% del PIB que aporta a España la economía sumergida ha de ocupar a una mano de obra irregular de 4.375.000 trabajadores. O sea, el número de parados reales en España es de 65.000 personas.
Pero claro, si oficialmente se reconociera que nuestro número de parados reales son 65.000 personas, no se podría plantear esa reforma regresiva del mercado laboral que desea el pensamiento neoliberal, ni meter el tijeretazo a los salarios, ni aumentar la edad de jubilación hasta los 67 años y más.
Artículo de opinión de Javier Caso Iglesias para www.tercerainformacion.es