Son sólo espaguetti de Carrefour.
Las marcas blancas atacan con una publicidad creativa y ejemplarizadora de lo que son en realidad, productos sencillos pero muy buenos de calidad y sobre todo de precio ajustado. Si las marcas no son capaces de ofrecer un precio más ajustado, tendremos que soportar la crisis a costa de buenos productos pero sin tantas tontadas que aumentan sus costes. Y quien pueda pagarlos (los más caros), sin duda, que los pague. Pero debemos reconocer que muchas veces el encarecimiento no es sinónimo de más calidad.