El envoltorio es a veces muy importante, sobre todo cuando por dentro estamos sin grandes valores, sin fuerzas, sin ganas. Necesitamos sentirnos rodeados de vida, de nuestra elección de vida, para animarnos, para sentirnos envueltos en un mundo que nos mueve, que nos lleve de lado a lado.
Necesitamos envolvernos de aquellas situaciones que nos gusten, para que nos muevan de sitio, para que nos den fuerzas, olores, sabores, sensaciones. Si no somos capaces de mover el mundo, al menos debemos dejar que sean otros los que nos muevan a nosotros dentro de él. Hay que rodearse de sensaciones para sentirnos distintos, para simplemente sentirnos. Debemos provocar el envoltorio de la vida elegida, aunque sea de forma artificial, porque el nos llevará de un lado a otro, nos moverá por dentro, nos provocará y motivará.