El año pasado se celebraron en España 94.993 enlaces civiles, bastantes más que los religiosos: 80.174 bodas por el rito católico y 785 bodas de otras religiones.
En 36.715 bodas, uno de los contrayentes era extranjero (muchas ¿no?). Él era español y ella foránea en el 46,8% de esos matrimonios; en otro 32,1% era a la inversa. Y en el 21,1% de los casos ambos eran extranjeros.
Los matrimonios entre personas del mismo sexo sí han aumentado. Fueron 3.412 bodas, 218 más que en 2008. Las uniones de dos novias fueron 1.200 bodas, la mitad que los enlaces entre varones, 2.212.
En Melilla, con 53 matrimonios por cada 10.000 habitantes, se dobla casi el número de bodas de Canarias, 28 por cada 10.000 personas. Son los extremos de una lista por comunidades en la que destacan, por el número de bodas celebradas Ceuta, Cantabria, Asturias y Extremadura, todas por encima de 43. La media española es de 37,6.
Y las zonas de España que menos bodas registran, tras Canarias, son Madrid, Valencia, Murcia, Aragón y Cataluña.