Existe una clara diferencia en Internet entre el número de páginas, de lugares que se podrían considerar de derechas y el número de lugares de izquierdas, siempre perdiendo casi por goleada las páginas progresistas. No es sencillo de explicar y menos de comprender, pero es lo que tenemos en España, en castellano y casi con seguridad en todos los idiomas.
Personalmente conozco un solo confidencial o diario online en Internet que sea considerado socialdemócrata y me encantaría disponer de más direcciones para compensar la innumerable cantidad de confidenciales de derechas o incluso de extrema derecha que inunda el panorama castellano en Internet. Hay lugares de izquierdas pero casi siempre muy adjudicadas a grupos determinados, bien de comunicación, bien políticos. Pero muy pocos independientes o personales.
Pero a su vez, son más los comentaristas políticos de derechas o de “casi” derechas que los de izquierdas o “casi” de izquierdas. No tenemos pues las izquierdas quien nos escriba, mientras que si hay grandes plumas de izquierdas que son conocidos por todos, pero que opinan y escriben sobre temas muy interesantes pero diversos.
Algo parecido pasa en el campo de los economistas. No hay casi economistas de “casi” izquierdas o sociales. Es complicado encontrarlos. ¿Tienen miedo a llevar la contraria a sus colegas? En tiempos como estos, en los que los economistas de laboratorio y muy conservadores con sus dineros, nos han llevado a la ruina, no estaría nada mal que algunas voces discrepantes surgieran con fuerza explicando no tanto el cómo o por qué, que ya lo sabemos; como el hasta cuando o el de qué forma podemos salir y qué hay que ir construyendo para que el mundo sea más lógico. Ya no pido más humano, más repartido, más social. Casi me conformo con que sea más lógico.