España mantendría una tasa anual de crecimiento demográfico en los próximos años con niveles inferiores al 0,35% y en ligera tendencia decreciente. De esta forma, y después de unos años de elevado crecimiento demográfico por la inmigración, España alcanzaría poco más de 47 millones de habitantes en el año 2020, en caso de mantenerse las tendencias demográficas actuales. Así se explica en el informe del INE de Proyección de la Población de España a corto plazo 2010-2020.
Con ello, en el periodo 2010–2019 la población residente crecería en 1,2 millones (un 2,7%), frente a los 5,9 millones de incremento (14,8%) en la primera década del siglo XXI. En promedio anual, el crecimiento demográfico sería de 124.591 habitantes, muy inferior a los 593.931 de la pasada década.
En la Comunidad Autónoma de Aragón a 1 de enero de 2000 residían…
…1.196.027 personas, pasando a 1.313.021 en 2010 y con una proyección de 1.369.998 para 2020. Es decir, que del año 2000 a 2009, la población creció en 116.994 personas (9,78%), mientras que lo que se proyecta de 2010 a 2019 es sólo 56.977 personas más (un 4,34%). Por lo que la Comunidad crecerá menos.
El crecimiento vegetativo, sin embargo, es negativo. La Comunidad comienza en 2010 perdiendo 292 personas y finaliza con una pérdida de 1.925 en 2019, además sumando año a año desde 2010 a 2019 se perderán 11.568 personas. Los saldos migratorios exteriores también disminuyen y pasan de 15.593 personas en 2002 a 7.509 en 2019. Mientras los saldos migratorios intracomunitarios se sitúan más o menos en la misma cifra (613 en 2002 y 647 en 2019).
Por provincias, las de Huesca y Teruel perderán población mientras que Zaragoza la aumenta. Así en Huesca en 2010 baja un 0,1% de las 221.454 a las 221.339 en 2020; en Teruel se pasa de 143.504 personas a 138.846, lo que supone una bajada de un 2,6%. De este modo, Zaragoza se convierte en la única que sube con un 6,2% más de población proyectada para 2020, pasando de las 948.062 personas a las 1.009.813.
La reducción del flujo inmigratorio procedente del extranjero y el propio envejecimiento poblacional reduce el potencial de crecimiento demográfico en todas las regiones de España.
De hecho, la prolongación de las tendencias demográficas actualmente observadas a los próximos diez años conllevaría que se registraran decrecimientos poblacionales en cinco Comunidades Autónomas: Principado de Asturias (–3,2%), País Vasco (–2,0%), Castilla y León (–1,9%), Galicia (–1,6%) y La Rioja (–1,3%). En la gran mayoría de ellas el número de nacimientos se vería claramente superado por el de defunciones.
De hecho, en siete Comunidades Autónomas el saldo vegetativo del periodo 2010-2019 sería negativo, destacando los casos de Galicia (–108.211), Castilla y León (–92.933) y Principado de Asturias (–57.244).
En el lado opuesto se situarían Castilla-La Mancha (6,4%), Illes Balears (6,4%), Murcia (6,0%), la Comunidad Foral de Navarra (5,5%), Comunidad de Madrid (5,4%) y Andalucía (5,0%), además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, con crecimientos poblacionales superiores al 5% en todas ellas.
En lo que se refiere al componente migratorio, de mantenerse los niveles actuales, la migración exterior tendrá una contribución al crecimiento demográfico de cada Comunidad Autónoma muy inferior a la registrada en años pasados. De hecho, en el global del periodo 2010-2019 las Comunidades Autónomas de Cataluña, País Vasco y La Rioja presentarían un saldo exterior negativo. En los últimos años se ha observado un cambio destacado en la tendencia de los saldos migratorios interprovinciales. Especialmente significativos son los casos de Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid y Canarias. Los resultados de la proyección reflejan esta tendencia.