Repito, hay varios y en todas las plataformas. Si se quiere conocer uno, yo para MAC conozco StoryMill.
En realidad podemos trabajar en un procesador de textos con la misma idea de organización, a la hora de crear escenas y capítulos de nuestra novela. Se trataría de estar organizados a costa de crear un documento diferente para cada escena literaria, nombrarlos con sentido común para que los tengamos siempre bien organizados e ir metiéndolos en carpetas según los capítulos finales de la obra.
La idea de trabajar con escenas a la hora de edificar e ir escribiendo una novela es muy buena. Debemos ir pensando sobre nuestros escritos como si de una película se tratara, para al final, y cuando ya tenemos todo escrito, agrupar las diferentes escenas literarias en el orden final que más nos apetezca, para darle forma definitiva a la obra.Incluso como es lógico, pasar de un capítulo a otro, documentos con escenas que queremos mover en el tiempo de lectura.
Sería casi imposible escribir de un tirón una novela que va en el tiempo de atrás a adelante, pero en cambio es muy sencillo si la escribimos desde el pasado al presente y luego reordenamos las escenas a la hora de crear un documento final y maquetarlo. Esto nos permite además dedicarnos a escribir según los gustos y el estado de ánimo, sin preocuparnos si ese será el orden final de la obra.
En realidad podemos trabajar en un procesador de textos con la misma idea de organización, a la hora de crear escenas y capítulos de nuestra novela. Se trataría de estar organizados a costa de crear un documento diferente para cada escena literaria, nombrarlos con sentido común para que los tengamos siempre bien organizados e ir metiéndolos en carpetas según los capítulos finales de la obra.
La idea de trabajar con escenas a la hora de edificar e ir escribiendo una novela es muy buena. Debemos ir pensando sobre nuestros escritos como si de una película se tratara, para al final, y cuando ya tenemos todo escrito, agrupar las diferentes escenas literarias en el orden final que más nos apetezca, para darle forma definitiva a la obra.Incluso como es lógico, pasar de un capítulo a otro, documentos con escenas que queremos mover en el tiempo de lectura.
Sería casi imposible escribir de un tirón una novela que va en el tiempo de atrás a adelante, pero en cambio es muy sencillo si la escribimos desde el pasado al presente y luego reordenamos las escenas a la hora de crear un documento final y maquetarlo. Esto nos permite además dedicarnos a escribir según los gustos y el estado de ánimo, sin preocuparnos si ese será el orden final de la obra.
Hoy estamos alegres, pues una escena alegre; estamos muy activos, pues escenas de violencia, etc.