Como ciudadanos anónimos, debemos hacer un trabajo pausado pero contundente contra las personas que dentro de nuestro entorno comente actos de violencia verbal contra su pareja, pues los primeros estados de violencia se detectan en el maltrato psicológico y verbal.
Como mujeres debemos plantearnos desde el principio de nuestra vida de adultos, que debemos ser autosuficientes, debemos tener un trabajo que nos reporte unos ingresos para la subsistencia y la autodeterminación personal, que debemos tener una asertividad suficiente y…
conocer los mecanismos de respuesta ante el menor signo de violencia verbal de nuestras parejas. Pero como planteamiento básico, es muy necesario tener unos ingresos suficientes a través de un trabajo y una vida laboral que nos ayude a creernos que somos válidos y que no dependemos de nadie.
conocer los mecanismos de respuesta ante el menor signo de violencia verbal de nuestras parejas. Pero como planteamiento básico, es muy necesario tener unos ingresos suficientes a través de un trabajo y una vida laboral que nos ayude a creernos que somos válidos y que no dependemos de nadie.
Muchas veces las opiniones de la familia ascendente no ayudan a cortar los problemas. Es cierto que en los últimos años el número de matrimonios o parejas que rompen es alto. Y que detrás de muchas de estas rupturas no se saben los motivos reales. Y que incluso existe la sospecha de las personas que las rodean, de que no hay motivos suficientes. Todo tendría otro miramiento social si se admitiera desde el principio que hoy los matrimonios o parejas ya no son “para toda la vida”, muchas veces simplemente porque no hay un respeto compartido entre personas distintas, no hay una convivencia en donde haya libertad y colaboración, en donde existan espacios comunes pero también espacios individuales. Contra la violencia de género, doméstica o machista, sobre todo, capacidad para poder tomar decisiones con libertad.
Y recordar, que ante la más mínima actuación de violencia física, hay que acudir a pedir ayuda a las autoridades. Siempre y de forma contundente y urgente.
Y si es necesario por sus especiales características, cambiar de vida, de ciudad, de vivienda. La vida es lo que más vale, pues eres muy necesaria para otros muchos.