Hace más de 35 años que empecé a virar en sepia, que las manos empezaron a oler maravillosamente a fotografías viradas en sepia, en naranja, en marrones, en grises cálidos.
Ha sido todo un largo camino hasta llegar aquí, en donde he aprendido, he
enseñado, he logrado vivir de la fotografía, me he hundido con ella. Ahora ya no vivo más que de mis esqueletos ahorrados, he recogido velas e intento vivir de mis recuerdos pero sin morir por ellos. No pienso hablar de fotografía, o casi, pero si de sociedades, de posibilidades personales, de opiniones, de caminos nuevos y viejos, de visiones nuevas pues cada día nos cambia el color del cielo bajo el que sobrevivimos. Aquí estaré, aquí me encontrarás.
enseñado, he logrado vivir de la fotografía, me he hundido con ella. Ahora ya no vivo más que de mis esqueletos ahorrados, he recogido velas e intento vivir de mis recuerdos pero sin morir por ellos. No pienso hablar de fotografía, o casi, pero si de sociedades, de posibilidades personales, de opiniones, de caminos nuevos y viejos, de visiones nuevas pues cada día nos cambia el color del cielo bajo el que sobrevivimos. Aquí estaré, aquí me encontrarás.