Sentirse bien es sonreír sin motivo contundente, notar un cosquilleo en el interior y no saber explicar el por qué. Es sobre todo desear seguir así durante todo el tiempo posible.
Es complejo sentirse bien por mucho tiempo, y aceptarlo es lo más importante. Asumir los momentos malos es el camino que nos enseña a seguir encontrando los buenos.
Nada es eterno y menos lo bueno. Precisamente por que no es duradero, sabemos notarlo y somos capaces de gozar por ello. Hoy estoy eufórico, tal vez me lo tenga que hacer mirar.