Ahora trasciende que gran parte de los 5.000 inversores de la Nueva Rumasa, que pusieron 50.000 euros del ala o más, para sacar una tajada del 10% de intereses, pueden ser en realidad presuntos defraudadores del fisco, de Hacienda, que empleaban este tipo de inversiones para colocar dinero negro de otras actividades.
Vamos, que dios los cría y ellos se juntan.
Así que el que habrá salido ganando es Ruíz Mateos, al que no le reclamarán todo lo invertido por miedo a que venga Hacienda con la estaca y se ponga a investigar. Ya vale de tanta consideración con los que defraudan a hacienda, pues se nos está escapando el futuro entre los dedos de jetas y delincuentes bien asesorados. Vaya país de ladrones, con perdón para los que están en la cárcel por robar poco.