No hay duda de que ha comenzado otra guerra nueva, auspiciada por la ONU y provocada por otro dictador incapaz de entender que la dimisión es una decisión política tan importante como la noble y correcta gestión.
Pero ante toda guerra caben enseguida una serie de preguntas lógicas de imposible respuesta segura.
¿Qué capacidad real tiene Gadafi?, parece que poca comparada con la fuerza occidental pero puede que suficiente como para amagar y dar sustos.
¿Durará mucho esta nueva guerra?, Pues depende de Gadafi, que debería dimitir e intentar buscar una salida airosa incluida toda su familia, pero como líder militar y dictatorial morirá en el intento. Sabe que de ser detenido será juzgado y por ello intentará morir matando. En la misma medida que intentará buscar —casi seguro sin resultado alguno—, aliados para su posición.
¿Cómo afecta esta guerra a todo el Norte de África?, pues sin duda es un espaldarazo a las revueltas en busca de libertad para los ciudadanos que desean para sus países unos sistemas políticos distintos. Esto tiene su punto de vista positivo, pero con las grandes dudas de no saber bien qué se busca en los intentos de cambio popular.
¿Habrá ataques de Libia hacia posiciones fuera de su territorio?, lo intentará, sin duda. No le será fácil, pero depende de su propia capacidad y de las previsiones que sepan tomar las fuerzas aliadas en el conflicto. Pero lo intentará, al menos en los despachos.
¿Qué hay después de Gadafi?, es una gran duda que en principio se solucionará con algún líder que sepa agrupar tribus en Libia. Hay tres clanes bien diferenciados y ahora enfrentados. Su tradición guerrera hace complicado que se avengan a trabajar juntos, pero es la solución fácil. Las otras serían: crear más de un país o gobiernos provisionales con presencia de la ONU.
¿Se complica la situación de Oriente Medio?, no debería afectarle, pero los problemas están creciendo en varios países y hoy mismo incluso Senegal ha tenido sus primeras revueltas ciudadanas en busca de más libertad. No es seguro nada, pero la da la sensación de que toda África se ha cabreado muy seriamente con su situación y que pide a gritos una mayor calidad de vida.
¿Cómo afecta al mundo occidental esta situación?, pues mucho, tanto que han tenido que tomar medidas de guerra ante el enquistamiento de otro país que desde su propia dictadura hacía de contención a otros problemas sociales y religiosos, durante el anterior siglo. Liderar el mundo requiere a veces tener que tomar medidas de fuerza de complicado final, pero es eso o perder la hegemonía mundial. Toda guerra es abominable, pero hay muchos tipos de violencia institucional que minan la calidad de vida de los ciudadanos que no tienen libertad.
¿Qué opinan China y Rusia de esta situación?, creo que ellos dejan hacer y siguen pensando en sus propios intereses que son distintos a los de los libios y a los del mundo occidental. Lo cual no quiere decir que estén de acuerdo o/y que en un momento dado puedan presionar en un lado o en otro, dentro de la ONU, para modificar decisiones. Saben que en todo tipo de guerras, incluso los que ganan pierden parte de su capacidad. Si la guerra es corta y relámpago no habrá movimientos. Si dura más de uno o dos meses, observaremos presiones que nos resultarán curiosas.