Cuidado con no saber controlar la inflación en España. Es muy peligroso para la estabilidad social. Y ponemos el ejemplo extremo de Argentina para meter miedo. Durante los años 1991 y 2011, el peso argentino tenía el mismo valor que el dólar americano. Sistema impuesto por el ministro Domingo Cavallo tras unos periodos de muy alta inflación en Argentina imposibles de entender en otros países. En el año 1989 por poner un ejemplo, la inflación fue del 5.000%. Lo que valía 10 en enero, valía 500 en diciembre ¿lo puede comprender usted?
Desde 2001, cuando un peso argentino valía lo mismo que un dólar, han pasado 10 años y ahora un peso argentino vale una cuarta parte del valor de cambio de un dólar americano.
Es decir, el que tuviera sus pocos ahorros en pesos (es decir los pobres y clases madias bajas), hoy su dinero vale el 25% de lo que valía hace 10 años. Valor a la hora de salir del país y a la hora de comprar productos que no son fabricados en Argentina y que se cotizan en dólares. Es cierto que cobran un sueldo con arreglo a parte de esa inflación, pero sus ahorros no se mueves excepto que los tengan invertidos. Así que en Argentina nadie ahorra y todo el mundo consume y se endeuda por encima de sus posibilidades ¿le suena esto?
Pero las clases medias altas y los ricos que son más listos y tienen incluso parte del sueldo y sin duda sus ahorros convertidos en dólares, por lo que a ellos no les afecta la inflación alta, que en 2010 fue entre el 24% y el 11% según quien la calcule.
Sube la inflación sobre todo en los productos alimenticios, pues son los que más se consumen cuando hay poco dinero. Los obligados de consumir.
Gente con dificultades económicas, pero con inflación muy alta, también como en Venezuela. Pero no así en sus vecinos Chile, Perú o Brasil, que saben controlar más los efectos inflacionistas hasta dejarlos en 2010 sobre un 6% de media.
Claro que para quien deba dinero, sea privado o público, la inflación es una maravilla, pues cada mes debe menos. Bueno, debe lo mismo en pesos americanos pero en cambio debe menos en días de trabajo o en barras de pan. Si en España o los países del sur de Europa no estuvieran dentro del Euro, las devaluaciones provocadas o las inflaciones muy altas serían un elemento desestabilizador pero que bajaría las deudas internas; nunca las externas que se basan en dólares.