Nos quejamos constantemente y en voz baja de las situaciones públicas, de lo mal que lo hacen los políticos, de las pocas soluciones y de sus trampas. ¿Pero qué hacemos nosotros para evitarlo?
Pagar impuestos no es suficiente, no señores, nuestra obligación va más allá, y debemos exigir y votar a quien creamos que debe, sabe y quiere, debemos procurar que cambien las situaciones según nuestros deseos. La democracia es precisamente la participación. Y si no hay político capaces, también es culpa nuestra pues no hemos dotada al sistema de los mecanismos que hagan florecer buenos gestores. Eso o que nuestra sociedad es así de mediocre.
No nos mojamos, no participamos, criticamos desde fuera y elegimos la abstención como elemento de queja. Es un gran error quedarnos solo en eso. Que sean otros los que decidan por nosotros es una bobada que no sirve para que sean los mejores los que nos gobiernen y sobre todo para que sean los que nosotros queramos que sean.
Pero hay más maneras de participar, más por parte de vosotros que ya participáis de Internet y sus posibilidades. Hablar, escribir, quejaros de verdad con vuestras opiniones, atreveros a participar. No seáis pasivos. Debéis ser mucho y muy plurales a la hora de plantear dudas y soluciones.
En los países del Norte de África los jóvenes han hablado, se han quejado hasta la violencia. Si no se encauzan los asuntos, los problemas se contagian, las soluciones se complican. Depende de nosotros que el futuro sea mejor, y quejarnos en voz baja no es la solución.