¿Saben los políticos para qué sirve Internet? Hoy el periódico El Mundo incide sobre el tema, y nos da algunos ejemplos actuales que asombran. En la página de Jaime Lissavetzky el ejemplo es sumo, claro y absurdo.
Lo primero es que Internet es una herramienta más. Barata, rápida, desde la que se puede y debe interactuar, informativa total, pero responsable y en donde lo que se publica tiene una importancia incluso mayor que en otros medios de comunicación.
Todo lo que se pone en Internet se puede (y se hace) copiar y guardar. Luego la responsabilidad de lo que se publica es mayor por la facilidad para rescatar y replantear, para buscar con sencillez y guardar sin que ocupe espacio.
El político se cree que la inmediatez en Internet es tanta, que si abre una página
hoy en la red, mañana la conoce todo el mundo. Claro error. Lo que deseemos que funcione hoy se tenía que haber abierto hace un año al menos. Es un medio inmediato para que se pueda leer a las 17,32 lo que se quiere poner en la red a las 17,31. Pero para tener lectores posibles hay que estar asentado y conocido en la red. ¿Por qué van a querer leer tus notas, por ser conocido solo?, no, la formación del usuario de Internet es mucho mayor que el conjunto y selecciona mucho más. ¿Queremos que un ciudadano entre en nuestra página dos segundos o queremos que nos lea durante dos minutos o preferimos que se baje unos documentos para leer o en cambio deseamos participar junto a él en recoger e interactuar?
Prohibido asustar al lector con textos inmensos, con colorines malsonantes (no suenan pera casi), con vídeos aburridos que no añaden nada, con generalidades que igual las podría decir uno y su contrario. Hay que ser personal, cercano, participativo, claro y sincero, pedagógico sin ser maestro de escuela (con perdón para los maestros), actual y demostrando capacidad para resolver.
¿Tan difícil es entender que la sociedad lo que busca en un político es a alguien que SEPA RESOLVER SUS PROBLEMAS?
Los suyos, de mi, de yo. No los de todos, no los de los otros o los de mi ciudad. No. Lo que quier el elector es saber que SUS problemas son al menos conocidos por el político y además tiene capacidad de encontrar soluciones. Si, si, sé que somos unos egoístas, pero es lo que hay y en las campañas se trata de convencer, de vender una idea, un programa, un proyecto. Y en los programa debe haber contenidos, salsa y sabores, soluciones para “casi” todos; pero sobre todo para MI, para YO. Sobre todo por que los problemas míos son los de casi todos. Es muy sencillo hablar de MIS problemas.
Si sabemos lo que queremos transmitir, hacerlo en Internet es tan sencillo y complicado como en vallas o en televisión. Pero en Internet queremos contar con el vecino, con los amigos, con la cuñada. No terminamos en manos de profesionales, sean del tamaño que sean según nuestras posibilidades. Si nos gastamos una pasta gansa en vallas ¿por qué no hemos contratado un servicio profesional para que nos lleve bien la información en Internet?