Están de moda los Diarios personales con toques literarios, unos diarios personales pero en los que caben pensamientos, realidades, poesías, relatos y opiniones sobre muy diversos temas.
El Diario personal ya no es un simple dietario en donde vamos colocando en orden los pensamientos o lo que nos va sucediendo cada día. Ahora las herramientas que tenemos a nuestro alcance nos permiten muchas más opciones.
Los Diarios se escriben en un ordenador, con un procesador de texto que nos permite poner claves de acceso y que además nos deja rectificar o añadir textos según los vayamos creando.
Intercalamos pequeñas poesías sobre los textos diarios pero también imágenes que nos ayudarán a recordar el momento sobre el que escribimos. Imágenes nuestras o sobre lo que sentimos, imágenes que “dicen” y hablan por sí mismas.
Escribir hoy Diarios es además de más sencillo, mucho más enriquecedor, pues nos permite crear un documento con muy diversas formas y modos. Eso si, al final como siempre, un Diario debe ser personal y durante el tiempo que decidamos, intransferible a la lectura externa. El tiempo que va pasando, da también una patina de calidad a nuestros diarios. Y nos puede servir también para conservar en él, material interesante para posteriores relatos o trabajos. Puede ser un cajón de sastre de pequeños desechos literarios, a los que podemos acudir para rescatarlos y moldearlos.