Siempre nos queda la esperanza que tras un frío devenir se nos venga encima el envoltorio de la confianza por lo que llega.
Siempre tras una ventana cerrada se esconde la posibilidad de que siga quedando vida capaz de volverse a impulsar.
Siempre el color de la vida es agradecido con la vista de los humanos, siempre es suave pero presumido, con muchas ganas de agradar a los que arropa.
Siempre tras el frío viene el templado, tras el dolor la calma, tras la desesperanza la tranquilidad, tras el abandono el nuevo aprendizaje.
Siempre buscaremos en los demás lo que nosotros no hemos conseguido tener; en nosotros lo que no podemos poseer de los demás.
Siempre será siempre, incluso aunque ya no nos queda ni el ahora y el negro cubra la flor de la vida. Siempre será siempre.