Los amigos de Josá María Aznar son el detalle final de cómo es él e incluso de como era el PP de aquellos años que nos llevaron a las guerras del peligroso Bush. Lo de Libia si que es una guerra, pero con unos objetivos distintos y un mandato mucho más claro que la de Irak. Y sí, el Gadafi es su amigo, no pasa nada por que nos lo repita y además nos añada que es un tipo extravagante. Al menos se da cuenta de que muy normal no es.
Pero en el fondo yo soy también amigo de Aznar, pues él solito es capaz de hundir al PP y levantar la moral de un PSOE tocado y hundido. La izquierda es más capaz, cada vez que habla Aznar con su boquita de piñón.
Es inasumible que cada vez que sale invitado a un foro mundial, por ser ex presidente de España y no por llamarse José María, se ponga a berrear negativamente con el que tal vez sigue siendo su país. Está bien que se critique a un gobierno, pero es vergonzoso que se haga lo mismo con un país y sus posibilidades para salir de la crisis. Más si sigues siendo una figura pública que representa a un país.
Y si se tienen dudas de tu país, con dos bemoles explícalas en tu propio territorio y no fuera de las fronteras como si tuvieras miedo a las respuestas, y sin darse cuenta de que la globalización que él mismo ayudó a crecer logran que las intervenciones fuera de su barrio se escuchen aquí al día siguiente. Aunque igual él no lo sabe.