Cuando vemos una obra de Arte abstracta o surrealista ( o de muchas otras asignaturas artísticas) nos preguntamos, ¿qué es el Arte; a qué debemos considerar Arte?, sin sabernos responder bien a una pregunta que nos parece casi imposible, pues la pregunta que nos hacemos —en realidad—, enseguida lo aclara todo. Si nos estamos preguntando si aquello es Arte o no, la respuesta es: que para nosotros NO es Arte.
Realmente el Arte es aquello que queremos que sea Arte. Somos todos nosotros los que convertimos en Arte lo que creemos que es Arte. La respuesta es tan ambigua y sencilla que parece imposible, pero realmente no habría otra respuesta mejor. Si que sabemos lo que NO es Arte. No lo es, lo que no es creación, lo que es copia de una obra de Arte que se convierte en artesanía (¿o si y a veces también es arte?), lo que no produce sentimientos sean del tipo que sean.
Es más fácil saber, qué NO es Arte, que asegurar lo contrario; sobre todo porque algunas obras de Arte actuales serán consideradas fuera de los cánones del Arte en el futuro, aunque esto nos importa poco, pues el Arte también tienen derecho a ser efímero, a durar poco en el tiempo.
El autor de esta obra de Arte que os dejo arriba como pequeño ejemplo (de René Magritte), nos avisa en su cuadro con el texto que nos pone debajo, que esto que nos muestra en el cuadro no es una pipa de fumar.
Y es cierto.
Por mucho que miremos la imagen y observemos bien lo que nos parece una pipa de fumar, en realidad estamos viendo un cuadro, una obra de Arte. Juega con nosotros como en muchas de sus obras, pero tiene razón. A veces buscamos en un cuadro, en una obra de Arte, algo que ya conocemos para reconocerlo plasmado en él. Cuando en realidad, el artista simplemente ha intentado plantear dudas, conceptos, formas, colores, sonidos incluso.
Una obra de Arte es simplemente eso, una obra de Arte.