Los Ayuntamientos de las grandes ciudades sobre todo están trabajando en la creación de “viveros de empresas”, de oficinas en donde se facilita la creación y funcionamiento de nuevas microempresas, ofertando despachos o pequeños locales dentro de un edificio común en donde por un módico precio se le facilitan servicios comunes para las actividades de su proyecto, asesoramiento empresarial y económico, ayudas ante dificultades comunes, un despacho privado para realizar su actividad y salas comunes para atender a clientes, reuniones de trabajo, etc.
Es una buena idea aunque se quede a medio camino de lo que se debería estar haciendo ya. Casi todas las empresas seleccionadas en las diferentes ciudades que han creados estos viveros de empresas lo son con proyectos de servicios, muchos de ellos incluso dirigidos hacia
las nuevas tecnologías. No conozco proyectos de viveros de empresas para actividades productivos, con pequeños talleres que pudieran tener las mismas ayudas que las empresas de servicios con el añadido de tener maquinaria común que se pudiera alquilar para evitar la inversión inicial que todo proyecto necesita y que suele ser el gran problema a la hora de poner en marcha una nueva actividad empresarial.Del desempleo actual en España solo saldremos con la creación de miles de pequeñas empresas que vayan teniendo futuro poco a poco, como siempre ha sucedido en todo proceso empresarial. Nadie crea una GM desde la nada y lograr que grandes empresas se asienten en España será ya muy complicado por la globalización. Pero en cambio no lo será tanto apoyar y potenciar a nuevos emprendedores que con ideas nuevas intenten asentar empresas. Y los costos de los proyectos pueden perfectamente ser asumidos en un principio por organismos públicos con el compromiso de ser revertidos en años posteriores en cuanto la empresa empieza a crear beneficios. Es cuestión de saber realizar contratos con amortización diferida o de Leasing avaladas por empresas públicas, para las primeras inversiones que además suelen ser pequeñas.
O nos implicamos todos en crear nuevas empresas o no saldremos de los números actuales de desempleo. Muchas de las empresas actuales, cuando la crisis amaine, tendrán que volverse a capitalizar antes de volver a crear empleo, invertir en nuevas tecnologías o adaptarse a los cambios. Crear empleo lo dejarán para el final de su ciclo de renovación si no se actúa sobre ello.