Estuve en la Feria del Libro de Madrid 2011, ese lugar en el que puedes encontrar a decenas de editoriales que ni conocías y que publican libros que se venden, autores que escriben y publican o temas que ni imaginabas.
En el mundo de la globalización, los libros en papel parecen ser una generación pedida, un asunto casi secreto, pues si no te mueves por los mundos de Madrid principalmente, no encuentras libros que no salen “a provincias”, mecachis.
Por cierto, el número de escritores firmando en la Feria del Libro de Madrid es proporcional a su salida en programas de televisión. Los escritores televisivos son los que más cola (o fila) tienen. Excepto Eduardo Mendoza, que se las construye a golpe de letras bien escritas.
Pues eso, mi queja clara al mundo que ya intuía. No hay derecho de mercado a que miles de libros no se conozcan en provincias, pues lo que no se sabe que existe es imposible buscarlo por internet.