IU no va a apoyar al PSOE en Extremadura en lo que será un paso sin duda, duro y complicado para la formación de izquierdas, que le pasará un precio alto.
La relación del PSOE con sus muchos otros partidos de izquierdas en toda el Estado ha sido de prepotencia, de incluso chulería, de mala relación. Por eso es entendible el malestar y las grandes dudas en IU Extremadura. Pero a la hora de la verdad, hay que saber comportarse como se necesita a nivel global, entendiendo la mayor. Y sin duda hay que respetar lo que diga la militancia, no que no quita nada que pueda ser criticada la decisión.
Dejar gobernar al PP es una mala decisión para IU. No es tanto reeditar la famosa pinza, que no lo fue nunca más allá que en los medios de comunicación, pues para haberla deberían existir acuerdos tácitos entre el PP e IU y no los hubo entre Aznar y Anguita, sino mala gana como ahora, de colaborar con los que se decían de izquierdas y no lo eran.
La izquierda política recibe el voto del ciudadano de izquierdas y por ello no es posible que sirva para propiciar gobiernos de derechas.
El PP es la derecha.
El PSOE está ahora en la derecha.
Y esa diferencia es tan fundamental a la hora de saber elegir, que no acertar es un error.