El mercado es ciego en la consecución de un único objetivo: maximizar los beneficios dentro del menor número de reglas y restricciones posibles, porque para eso los economistas han creado la teoría del mercado en competencia perfecta, cuyos supuestos nunca se cumplen en la realidad, lo que no impide mantener impertérritas las conclusiones óptimas del modelo irreal.
Este texto de Jordi Sevilla era de su blog en un artículo que titulo: El doloroso fetichismo del dinero. En su momento se enlazó con el blog, pero ahora está cerrado por decisión del propio autor.