Don Mariano Rajoy sabe que dentro de pocos meses va a ganar las Elecciones Generales y tendrá que gobernar España sin poder seguir quieto sin moverse —que ya le jode—, y nos está preparando el camino de los dramas poco a poco, para tenernos preparados.
Para empezar hoy nos ha dicho que: “…tendremos el estado de bienestar que podamos permitirnos”, que es tanto como que nos vayamos preparando, que las cosas vienen finas.
Para continuar avisando: “…debemos saber la verdad sobre las cuentas del estado y de las autonomías” —insiste y continúa—, en una lógica que aprobaría cualquier gestor que llegara a un lugar nuevo. Nadie se debe hacer cargo de una gestión sin antes auditar el estado real de lo que se encuentra y de lo que es responsable a partir de ese momento.
No sabe —ni quiere explicar— por qué los problemas en las cuentas públicas de sus propias autonomías son similares a las del resto del Estado, ni si tendrá que tomar medidas también en aquellas en las que hasta ahora no han hecho casi ni al propio PSOE para ajustarse a lo que Zapatero considera lógico, que es menos lógico que lo considera lógico Rajoy.
Creo que a Don Mariano Rajoy le ha entrado el miedo de las alturas, el irreversible temor a que a partir de ahora le va a tocar a él bailar con “la fea”.