Hoy, día 19J como símbolo de resistencia ante las pérdidas sociales en un mundo que se nos escapa, se repetirá la indignación en la calle, pacífica y contundente, seria y labrada alrededor de unas necesidades sociales que tendrán que resolver los que las han provocado. No son tiempos para líricas pero tampoco para silencio; no es momento de reblar ni de cansarse. Las evoluciones siempre son lentas, costosos, agotadoras; pero solo la persistencia y la no violencia podrá conseguir que se sigua avanzando, simplemente por que la sociedad empezará a sumar, a darse cuenta que lo que se plantea es lo lógico, que no hay posibilidad de estancarse.
Por que o se va hacia delante, o volveremos atrás en un camino complejo de intuir, pero siempre negativo.
Fueron los jóvenes (y no tan jóvenes) los que iniciaron el 15M los movimientos de indignación que como todo proceso de transición será muy lento.
Ya hay nuevos líderes del movimiento 15M, se empiezan a ver nuevos rostros. Hay grandes filósofos que saben que es un movimientos imparable. Hay medios de comunicación que saben que se ha abierto un camino muy importante en la sociedad occidental. Hay personas detrás de todo este movimiento, que empiezan a enseñar su rostro, sus planteamientos ante toda la sociedad.
Ya no es todo un asamblearismo tal vez confuso, que ha servido de semillero de ideas, de inicio al planteamiento de reformas estructurales y políticas severas. Ahora ya hay ideas agrupadas, objetivos a conseguir, nuevos líderes que empiezan. Ahora es cuestión de no equivocarse y tener mucha paciencia y no desfallecer.