Felipe González no está "agustito" con su PSOE, lo cual tiene dolor y guasa a partes iguales. Que no se nos olvide que lo refundó él mismo.
La gran duda sería saber si no le gusta por exceso o por defecto de socialismo. Aunque las dudas pueden ofender.
Yo creo que no le gusta por falta de claridad y eficacia a la hora de encontrar soluciones. Vamos, que le falta rasmia para enfrentarse el momento histórico.
Él no volverá nunca, pero animaría un riñón la política española si volverán los caballeros del verbo fácil a la política de primera línea.
Y sin crispación, que para ser inteligentes no hace faltas estar siempre cabreados y con mala cara.