Esta semana se nos han caído dos mitos sobre la vida sana, lo que nos debería hacer dudar y a su vez, cabrearnos con las manipulaciones a las que estamos siendo sometidos por laboratorios y jetas varios.
Primero fue el tema de tomar 8 vaso de agua al día, que ahora resulta que no es ni bueno, pues el cuerpo con tanta agua se queda desprovisto de sales necesarias. Vamos que hay que beber lo que nos pide el cuerpo que es muy sabio y no obligarnos a beber dos litros por todo el morro por que lo digan los embotelladores de agua mineral.
Hoy ha sido el asunto de tomar más o menos sal, que ahora dicen que no es mala para el corazón, que si acaso sube la tensión máxima pero no la mínima y que en cambio para la salud cardiovascular se dan más problemas en dietas bajas de sal. Si hasta los caballos necesitan sal para no morirse, puñetas.
Nos tienen acojonados con tantas dudas. Sobre todo para los que no nos queremos morir nunca. Nada como alimentarse con la lógica que pide el cuerpo y como decía el profesor Grande Covián, comiendo de todo pero la mitad.