Woody Allen está de genio en Midnight in Paris, demostrando que todavía es capaz de crear sinfonías bellas, con historias simples pero efectivas, con metáforas sencillas pero cerradas y completas, con una dirección de actores perfecta, con una música y una fotografía muy bien lograda, con unos detalles del viejo Allen que nos recuerda a sus inicios.
La música de Midnight in Paris, una película soberbia en su simplicidad, contiene muchos temas de jazz, entre los cuales destacan la música de Cole Porter, la guitarra de Django Reihardt y temas de Sidney Bechet.
La película es un placer para ver y soñar, también para los amantes de la literatura, pintura o cine que disfrutan de los buenos recuerdos.
Una película para recordar, para disfrutar durante un tiempo y que nos lleva a las bellas historias que dejan poso, que hacen pensar, que nos entregan algo que todos ya sabíamos pero que agradecemos que se nos recuerde.