Sigue Londres encendida de indignación sin sentido, violenta y excesiva. Digo sin sentido por el volumen, por la intensidad, por el ataque indiscriminado a todo, por la gratuidad de la violencia ilegal y absurda. Por los saqueos, los incendios reales, por el contagio.
Ayer en NY, el Obama presidente decía que la crisis de España se contagiaba a EEUU, algo que ya pronosticábamos desde este blog hace semanas, pues España tiene ya un tamaño serio en un mundo globalizado en donde todo se utiliza para fastidiar. Si cae Italia o España, la gran duda será adivinar quien será el próximo objetivo de los tiburones. ¿Solo juegan a tener más beneficio?
Ahora se pide que sea Alemania quien se salga de la moneda única en vez de los países periféricos, para sí devaluar en conjunto el euro y luego permitir que vuelva a entrar Alemania, pero con unas condiciones diferentes y su moneda revalorizada. Debemos asumir que todo pasa por ponerle las cosas bien a una Alemania que si se nos cabrea será todavía peor que si cae Italia o España.
El mundo de los miedos, de las chulerías, de las guerras económicas y sin soldados. Si ya no se necesitan los soldados para las guerras, al menos en los países pequeños o medianos, ¿para qué gastamos tanto en defensa? Igual sin gastos en ejército, podemos compensar la crisis ¿no?