El Gobierno de España está hundido y no sabe por donde sacar la cabeza para respirar un poco. Sueña con que pase septiembre e irse a su casa a ducharse definitivamente.
Ahora quiere instaurar los contratos temporales hasta los 33 años de edad con un sueldo de 480 euros brutos al mes. No es broma, se lo aseguro, aunque luego avisa que será solo hasta los 30 años, que ya está bien.
Ni qué decir tiene, que los jóvenes más preparados están comprándose planos de las grandes ciudades europeas para escapar de este santo país que los acogió al nacimiento y les educó y formó con el dinero de todos.
Simplemente los mejores jóvenes se nos irán a trabajar a otros mercados. España se quedará con unos sueldos de 480 euros brutos hasta los 33 años de edad, pero sin posibilidad de emancipación y sin progreso laboral lógico, pues los jóvenes no creerán en la empresas que les paguen tan amplios sueldos.
En mi época se empezaba a trabajar con 14 años, con un contrato de aprendices de bajo costo. Pero a los 18 años era obligado ser como mínimo peón y cobrar el salario mínimo profesional. De esto han pasado 40 años.
Como se puede ver, hemos avanzado mucho. Pero hacia atrás.