La forma más completa de retocar desde Photoshop los tonos de una imagen, es con la herramienta de ajustes: “Curvas”, aunque mucha gente emplee la herramienta de ajuste : “Niveles” que resulta más sencilla.
Imagen-Ajustes-Curvas o Imagen-Ajustes-Niveles
Las ventajas de “Curvas” es sobre todo porque te permite incidir sobre cualquier zona de tono de la imagen. Sobre las luces, las sombras, los medios tonos, y todas las zonas intermedias que deseemos elegir. En cambio con la herramienta de ajuste “niveles” solo podemos trabajar sobre luces, sombras y medias tintas.
Tengo puestas las opciones de la herramienta de Photoshop como se ve en pantalla, aunque parezca un contrasentido que tenga elegida la opción “% pigmentación” en vez de la de “luz 0-255” siendo que estoy retocando en RGB; pero me resulta más lógico ver como afecta sobre la imagen los retoques, bajando la curva para restar tono y subir la curva para añadir tono; que imaginarme que cuando bajo lo que hago es bajar luz y que cuando subo lo que hago es subir la luz. Mi experiencia en Artes Gráficas en donde todo el proceso final es adicción de tono (tinta), puede ser el motivo real. Son conceptos sin importancia y que cada uno elija es que más le guste, pues no tienen mayor incidencia que la visión de la curva, que se invierte. Probar y observar.
Si chequeamos esta pequeña herramienta nos simplifica mucho —para los no profesional— la forma de trabajar. A partir de ese momento y teniendo la ventana de “Curvas” abierto, podemos ir con el ratón a a imagen y pinchar sin soltar el ratón sobre la zona que deseemos retocar para aclarar o oscurecer. Y bajar o subir el ratón sin soltar el “clic” mientras vemos dos cosas: en la pantalla de la herramienta “Curvas” se nos ha puesto un pequeño círculo sobre la zona en la que estamos trabajando con el ratón y a su vez vemos como baja o sube la curva pivotando sobre ese punto que hemos elegido. Y a la vez vemos sobre la imagen cómo afecta este retoque.
Os dejo también un pantallazo con la herramienta de "Niveles" para que podáis comparar opciones.
Probar y experimentar.
Esta forma “asistida” de retocar nos va a servir para aprender a elegir las zonas sobre la curva de la herramienta, para saber –viéndolo—cómo afecta cada zona que elijamos sobre la curva y sobre la propia imagen.