La imagen tiene curiosidad, es simpática. Su blanco casi inmenso llena la reunión de miles de obispos y sacerdotes en una misa en Madrid como preludio al JMJ 2011.
Todo bien formados y llenando de blanco la imagen, ya da para guardarla como detalle de buen trabajo. De los sacerdotes y del fotógrafo que nos enseña la imagen. Era una misa de bienvenida muy blanca. Contaron los organizadores hasta 8.000 sacerdotes de blanco y 800 obispos, que ya son.
El detalle de los paraguas que algunos de ellos llevaban para taparse de un calor infernal de un agosto tórrido, es otro detalle a destacar. Los diferentes gorros o mitras o tocas sobre las diferentes cabezas también se debe destacar por su colorido que se une a la cruz del pecho que mantiene un diseño similar al del logotipo del JMJ. ¿Y el ¿obispo? De amarillo qué pinta entre tanto obispo de blanco?
Pero el detalle maravilloso, el que da valor a la imagen es el del obispo volviéndose sobre todos ellos para hacerles una foto de recuerdo. No ha podido soportar acudir sin su cámara y tomar una imagen del momento para sus fieles y amigos. Un aplauso para el obispo fotógrafo.